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Neill y la pequeña Zoe |
¿Cuál es la situación actual de Summerhill?
Actualmente, la escuela está bien, muy bien. Tenemos más alumnos que antes, unos noventa y cinco. Hemos despertado mucho interés en todo el mundo: nos llaman de otros países para hablar de Summerhill, vienen muchos visitantes y los inspectores del Gobierno se portan bien con nosotros; también los medios de comunicación ingleses, lo cual representa un cambio importante, porque antes consideraban Summerhill una mala escuela.
En aquella época hubo un proceso, se alcanzaron algunos acuerdos…
Sí, en 1999 el inspector oficial del Gobierno pidió a la escuela ciertos requisitos que no estábamos dispuestos a cumplir, así que nuestra única solución era acudir a los tribunales. Fue un tiempo muy difícil para todo, especialmente para los niños y niñas, que tenían miedo de perder su escuela, pero contamos con un equipo legal muy bueno.
Al cuarto día de juicio, el Gobierno decidió desistir y llegamos a un acuerdo que considero históricamente muy importante, no sólo porque Summerhill disfruta ahora de una amplia protección inglesa, sino también con precedente legal para otras escuelas. En dicho acuerdo el Gobierno reconoce oficialmente las ideas educativas de A.S. Neill (algo que nunca había hecho antes), también se compromete a escuchar a la asamblea escolar y a los estudiantes para conocer sus opiniones sobre la escuela. Por último, y esto era muy importante para nosotros, no van a criticar la no asistencia a clase, porque en el pasado siempre insistieron en que no había suficientes alumnos en las aulas.
Parece satisfecha con la situación actual, ¿cómo ve el futuro?
La crisis del gobierno nos obligó a reevaluar nuestro trabajo, a revisar nuestras políticas y observar el funcionamiento de la escuela. Fuimos capaces de recoger muchísima información, de comprender con mayor claridad lo que estábamos haciendo y la razón por la que lo hacíamos. Así que el futuro de la escuela se presenta muy bien, con mucha solidez. Tenemos un buen equipo de profesores y los procedimientos que hemos incluido para mantenerla funcionando son adecuados.
Todas esas evaluaciones y formalizaciones, ¿permitieron mantener intacta la filosofía de Summerhill o hubo que cambiarla en algún sentido?
La filosofía de Summerhill no ha cambiado en absoluto; es algo muy fuerte dentro de nosotros. En mi caso, por ejemplo, la considero el fundamento de mi vida y de la manera con la que me relaciono con mi familia, como he criado a mis hijos…
Actualmente, hay en Summerhill unos noventa y cinco alumnos, ¿qué características tienen?
Alrededor del 80% están internos y el resto son externos. Son un grupo muy internacional: aproximadamente la mitad no son ingleses, vienen de distintos países. Tienen también procedencias sociales muy diversas: algunos pertenecen a familias de profesionales con mucho dinero y otros a familias de un solo progenitor (quizás viven sólo con su madre), que debe trabajar muy duro para pagar la escuela.
Tienen entre 4 y 18 años; los más pequeños son generalmente externos. Con frecuencia, las familias con niños de 5 o 6 años se mudan a la zona para vivir un trimestre o dos, hasta que sus hijos e hijas se adaptan a la escuela. Nuestros alumnos pueden quedarse hasta los 17 o 18 años (aunque la escolarización en Inglaterra termina normalmente a los dieciséis), porque entendemos que deben irse cuando ellos quieren, cuando sienten que ha llegado el momento.
Volvamos a la filosofía de Summerhill: ¿qué sentido tiene para usted la libertad?
Nuestra visión de la libertad no está separada de la vida. Significa que puedes decidir cualquier cosa referida a tu ámbito personal, pero no tomar decisiones que afecten a la libertad de otras personas. Ambos aspectos son importantes: poder elegir lo que a uno le interesa y no poder hacer cosas que molestarían a otros o estropearían sus propiedades. La libertad es verdaderamente importante para nuestra comunidad aunque también hay muchas cosas que la acompañan. La relación entre niños y adultos, por ejemplo, es muy especial en Summerhill, y resulta difícil de encontrar en cualquier otro lugar.
Uno de los principales temas de discusión en el Ministerio de Educación fue la libertad de asistir o no asistir a clase. ¿Qué resultados tiene este sistema?
Los inspectores del Gobierno dijeron que nuestros procedimientos de aprendizaje eran demasiado densos; querían que todos los niños de 9 años estuvieran en un nivel; todos los de 10, en otro; todos los de 8, en otro; etc. En Summerhill esto no es posible porque los niños aprenden a ritmos distintos. Cuando eligen ir a clase, aprovechan el tiempo y organizan su trabajo con el profesor; luego se toman un respiro de algunas semanas o de unos meses y vuelven de nuevo.
En realidad, la mayor parte del aprendizaje ocurre fuera de clase. Los inspectores del Gobierno dijeron que los niños de Summerhill eran holgazanes, que se sentaban y no hacían nada´´. Sin embargo, cuando observamos este hecho con los expertos independientes, descubrimos que en sus conversaciones los niños estaban aprendiendo unos de otros y enseñando a los más pequeños cosas sobre la vida, sobre el mundo. Estos conocimientos no son formales ni escritos, pero son conocimientos de todas formas.
Entonces, ¿Summerhill produce o no un rendimiento más bajo que el de las escuelas convencionales?
Nosotros no perseguimos grandes éxitos académicos, solo nos interesan si el niño los desea, pero nuestros criterios de éxito son muy diferentes. Si uno de nuestros ex alumnos llega a ser profesor de universidad, personalmente no lo considero más afortunado que el chico que consigue un trabajo en el supermercado del pueblo. Para mí el éxito en la vida es la manera en que vives, cómo te relacionas con tu familia, si estas satisfecho con lo que la vida te ofrece; entonces has tenido éxito. Muchos profesores de universidad no son felices, y sí lo son, en cambio, personas sencillas que trabajan la tierra o viven en un pequeño pueblo. Hoy en día, todo el mundo se empeña en conseguir más y más conocimientos, pero el conocimiento no nos ofrece respuestas válidas a todas las preguntas. El mundo no se ha convertido en un lugar mejor para todos. Hay más aparatos, pero no es un lugar mejor. Todavía se mata a gente en Irak o en otras partes, así que no hemos ido realmente lejos.
Entrevista tomada del sitiohttp://movimientosrenovacionpedagogica.wikispaces.com/Neill+y+la+escuela+de+Summerhill